La meta la pones tú
El otro día viendo televisión me crucé con una propaganda de Milo. Me quedó retumbando en la cabeza su slogan «Milo te da energía, la meta la pones tú». ¡Qué gran frase! Yo no tomo Milo, pero empecé a jugar con distintos inicios a esta frase, aunque no me sonaban tan chéveres. Mi mente se enfocó solo en «la meta la pones tú». Esto me hizo tanto sentido con lo que venía trabajando con la psicóloga (y con mi análisis sobre los límites y los proyectos). Uno como persona en condición de discapacidad puede tener distintas posturas frente a las metas en la vida. Una de esas es ir por logros «pequeños» o «cómodos» que no le pidan mucho al cuerpo, como cumplir tus tareas de hoy, o tener un cargo profesional donde no te exijas mucho, pues no crees ser capaz de más. Esta mentalidad, aunque satisfactoria, puede verse muy ligada al miedo de que «algo malo nos pase»; o puede venir de lo que nos ha dicho la demás gente que podemos aspirar a lograr. En sintonía con lo anterior, hay...