Del punto A al punto B


Cada ser humano vive procesos diferentes para llegar a donde está. Al momento de analizarlos se suele usar las figuras de una línea recta y una curva entre el punto de partida y de llegada. Vamos a pensarlo en términos de un viaje por carretera.

Hemos escuchado que la línea recta es el camino más rápido, mientras que la curva es más demorada, pero ¿eso es todo? Hay mucho más que podemos considerar de un viaje por carretera. Les comparto algunos factores que también podemos observar.

Al medir la distancia del camino recto vemos que es más corto y más directo que la curva y, así, podemos llegar más rápido al destino final. Mientras tanto, la distancia que se recorre dando curvas es mayor y podríamos pensar que toma más tiempo. Si nos basamos solo en estos factores diríamos que la línea recta es más rápida porque tardamos menos en alcanzar el objetivo, y con la curva recorremos más terreno. 

Ahora pensemos en el recorrido. El ritmo de avance puede ser una variable por considerar que influye en qué tan rápido se va de A a B. ¿A qué velocidad avanza uno?, ¿hacemos paradas en el camino? Por lo general, se puede pensar que quien va recto tiene afán y, por ende, va con mayor velocidad sin lugar para pausas. Mientras que, a veces, las curvas son desviaciones para llegar a paradas donde podamos descansar y recargarnos.

Otra variable del recorrido son los retos y obstáculos que enfrentamos. Estas situaciones requieren que nos detengamos, analicemos y resolvamos.  Algunos de estos obstáculos o retos  los vamos a atravesar y eso va a enriquecer el camino, y otros nos van a desgastar; sin embargo, aprenderemos de cada uno de ellos, o  podemos buscar alternativas que nos lleven a la meta, por otra ruta. 

Por ejemplo, uno puede encontrar trancones en las vías directas. Estos trancones donde uno se mueve muy poco y hay mucha gente pitando, pueden generar estrés, frustración y enojo. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de tomar vías alternas que aunque alargan el trayecto, ayudan a evitar el tráfico y conservar mejor la energía. Siendo así, la persona que toma curvas para ir de A hasta B va a llegar con más energía para explorar y disfrutar de su destino.

En fin, cada proceso es diferente y hay muchas perspectivas para poder entender y analizar . Desde mi punto de vista, por un lado, la ruta recta tiene sus pros, como la rapidez para alcanzar los destinos, lo directo del camino; pero también tiene sus contras como el desgaste que puede dejar el afán y la presión de la velocidad. Por otro lado, la ruta curva puede tardar más y, a veces, trae más complicaciones; pero también permite regular mejor la energía que se tiene al ser flexibles con las rutas y los tiempos para descansar. 

Cuéntame qué opinas o cómo lo interpretas tú. 


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