¡Qué afortunada soy!

Recientemente cumplí años. Hice una reunión con algunas amigas para celebrar, y me sentí tan feliz. Que lindo saber (y vivirlo) que hay personitas que te aman y con las que cuentas incondicionalmente. Hace rato estaba tratando de escribir esto, pero no me salía. Y hoy creo que estoy lista. 

Cuando empecé hace meses tenía una visión de que mi vida social que brillaba por su ausencia. Me comparaba con lo que veía en redes sociales, series y películas, y mis amistades no eran así. Yo no hablaba 24/7 con nadie, no salía, no tenía grupito. En fin, «no tenía vida social». 

Sin embargo, de unos meses para acá, me he ido dando cuenta que sí tengo vida social, y en este fin de semana afirme que tengo una red de amigas y amigos fenomenales. El día de mi celebración pasé muy feliz. Cocinamos, reímos, chismeamos, jugamos, me ayudaron a organizar la casa, me dedicaron palabras bonitas. En fin, fui muy feliz y cobijada. 

Además, unos días después un amigo me mandó mis donas favoritas; y otro vino a almorzar después de 9554000 años sin vernos ni hablar. Esos son amigos de verdad, los que están en los momentos importantes. No necesitamos hablar todos los días ni vernos cada ratico; ahí estamos los unos para los otros. 

Y si tengo vida social. Las dinámicas con mis amistades no son lo que uno ve frecuentemente en redes o TV. Gracias a mi amiga cactus y a mis amistades por estar siempre. Gracias por acompañarme y permitirme acompañarlos. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Perros de servicio y mascotas, ¿cómo interactúo con ellos?

Stripes

El que quiere puede