«Mira mamá ella/él es como yo»
Sex Education. Esta serie original de Netflix tiene a la gente muy emocionada (y con razón). Yo también estoy muy enganchada y feliz con esta serie, en especial la última temporada, y hoy te cuento porqué. Antes, te aviso que puede haber un poco de spoiler.
En esta temporada, la historia transcurre en Cavendish Sixth Form. Y vemos nuevos personajes con orientaciones sexuales e identidad de género diversas. También entramos a ver más personajes en condición de discapacidad desenvolverse en el ámbito social y académico. Hablo de Aisha, una chica sorda que usa lo que creo es un implante coclear; e Isaac (ya lo habíamos conocido), un chico en silla de ruedas con discapacidad motora. Mi reflexión de hoy se enfoca en ellos dos.
En especial, quiero hablar de la escena en la que tenían que presentar sus exámenes. Estos se llevan en el segundo piso de la institución. Algunos alumnos ya estaban a punto de empezar pero, Isaac no, pues, el ascensor estaba dañado y no podía subir. Esta no era la primera vez que le pasaba, así que decide quejarse. Para esto, junto a su amiga Aimee, bloquean las salidas del segundo piso y activan la alarma de incendios. Cuando la gente sale de los salones, se encuentran atrapados en las escaleras.
Isaac les recalca que esa incomodidad que están sintiendo el la vive 24/7 y les expresa lo agobiante que es tener que explicar y pedir todo el tiempo sus necesidades en cuanto a la accesibilidad además de atender sus necesidades básicas de un jóven. Luego dice algo que me llegó al cora: «No estoy culpando a nadie en específico. Es culpa de todos... Sé que no es nada glamuroso, pero es algo importante. Y cuando alguien pide algo que necesite, escuchen».
En seguida, el director lo minimiza a un malentendido y Aisha interviene para decir que no, pues a ella la olvidaron adentro cuando sonó la alarma y -expresa lo que me ha costado tanto decir- que no pide las ayudas que necesita porque le da pena entonces, en su tarea de fingir que todo fluye, se agota leyendo labios, pidiéndole a la gente que le repita o la mire al hablar (cosas que son mal interpretadas por la sociedad) y tratando de estudiar.
Otro chico dice: «Ojalá la gente entendiera que nuestros problemas vienen de las barreras sociales, no de nuestra discapacidad». Esto terminó de flecharme. Me sentí tan identificada que le doy un aplauso a Netflix.
La verdadera inclusión es representar la realidad de todos y responder a sus necesidades de la mejor manera posible. Y, como dijo Isaac, para eso necesitamos escucharnos.
¿Qué opinas tú?

Me gusta mucho tu análisis, necesitamos escucharnos
ResponderBorrarTotalmente!
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