Perros de servicio y mascotas, ¿cómo interactúo con ellos?

Este viaje a Chicago fue una experiencia maravillosa. Tuve la oportunidad de ver las dinámicas sociales, personales, con mi mamá y con Web desde otra perspectiva; y de eso quiero hablar hoy. Un aspecto a resaltar de mi viaje, y que me lleva a comparar la cultura de USA y la de Colombia, es el acceso y respeto frente a las condiciones de discapacidad y a los perros de servicio.

Para nadie es un secreto que aquí la vida para una persona en condición de discapacidad es complicadísima, y sí que lo he mencionado. Al llegar a USA y ver esos andenes amplios y planos me gustó un montón. Pero esa emoción fue creciendo al ver que todos los sitios públicos tenían un botón para poder abrir la puerta, y que los sitios sin entrada accesible aparente tenían la logística para ayudarte a entrar. Y ¿qué me dicen de los buses públicos que te sacan una rampa (y muy buena) para poder subirte y bajarte? De hecho, cuando hicimos el recorrido con mi mamá y Web, al bajarnos lloré de la emoción de sentir que si podía participar en situaciones cotidianas.

Con relación a los perros de servicio también fue muy fácil. Pude entrar a todas partes con él sin tener la angustia de que me van a sacar o denegar el acceso. Creo que allá tienen clase de «ayudas vivas 101» y entienden que un perro de servicio NO es una mascota. Hago énfasis en esto, porque acá (en Colombia) se habla de «la mascotica» y, aunque se explique que es perro de servicio, se mete en la misma bolsa que las mascotas. 

Otra cosa que me gustó es que la mayoría las personas que me crucé eran super respetuosas y no tocaban al perro. Algunos muy antojados me pedían permiso y entendían muy bien cuando les decía que no. Eso acá en Colombia no se ve casi, creo que la falta de conocimiento de la existencia y la importancia de estos seres nos jode; y, además, se le debe sumar nuestra cultura súper saludadora que nos lleva a abrazar y tocar a quien acabamos de conocer. 

Este último punto creo que entra en general en nuestra interacción con cualquier animalito. No debemos lanzarnos a consentir y apapachar a todos los perros, eso puede ser invasivo y hasta grosero. Yo, desde que tengo a Web, estoy tratando de no consentir a un perro hasta que él mismo me de permiso. 

En fin, siento que hay mucho que aprender en el mundo animal y de las ayudas vivas.