No te olvides de disfrutar el paisaje
Bastante he mencionado los procesos, pero en realidad solo he hecho referencia al punto de partida y el punto de llegada. Hablando con una amiga sobre los caminos del punto A al punto B, ella me decía «cuando uno sube una montaña, mucha gente se enfoca en llegar a la meta, pero no mira el paisaje tan lindo del camino».
Y es verdad, muchas veces las personas nos enfocamos tanto en las metas, que no nos fijamos en el proceso. Es decir, pasamos por alto los retos y aprendizajes del camino. En este momento, por ejemplo, la vida me está obligando a vivir mi proceso. Me explico: hace muchos años me plantee la meta de ser independiente y autónoma. Yo estaba yendo por ello a toda velocidad. Recientemente bajé la velocidad y, con ayuda y orientación, empecé a desglosar el proceso.
Este camino se ha llenado de retos donde he caído en huecos hondos y he vuelto a salir, he aprendido cosas sobre mi enfermedad y los límites e implicaciones de mi condición, he reevaluado valores y creencias de mi vida (y sigo en ello), etc. En fin, hice un «zoom in» en el camino y me encontré con aspectos que debía trabajar para llegar a mi meta.
En este proceso que no termina, que fluctúa y me confronta, he aprendido muchas cosas sobre mi misma y mi condición. De hecho, de este proceso he sacado la mayoría de reflexiones que expongo en este blog. Hoy agradezco esta pausa que me permite ver todo lo que he vivido para llegar a donde estoy. Sigo en el camino para mejorar lo que viene y disfrutar mejor de la meta.
Siento que la canción de Miley Cyrus ‘The Climb’ resume esta idea a la perfección: «Ain't about how fast I get there, Ain't about what's waiting on the other side, It's the climb». Así es, cierro esta intervención con la conclusión que surgió en la conversación con mi amiga: la meta es importante, pero es igual de importante el recorrido. Que rico poder parar y ver el paisaje que nos rodea.

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